Isoflavonas de soja

Las isoflavonas son elementos beneficiosos para la salud que se encuentran en algunos vegetales, pero principalmente en la soja.

Dentro de estos elementos podemos destacar la daidzeína, la gliciteína y la genisteína. Asimismo, debemos destacar que la absorción de estas sustancias es mucho más eficiente si la soja se encuentra fermentada que si se encuentra al natural.

Estas sustancias son muy importantes para la dieta de la mujer sobre todo, ya que actúan de forma coadyudante en períodos críticos de la vida femenina, como es la menopausia. También posee características antioxidantes que favorecen el retraso del envejecimiento. En referencia a la menopausia, han sido constatados sus beneficios frente a síntomas como la inestabilidad emocional, ansiedad, insomnio, dolores de cabeza, nerviosismo, irritabilidad y depresión. Todo ello se debe a que las isoflavonas compensan la pérdida de estrógenos típica de este período, y no es necesario la medicación hormonal que es mucho más agresiva en estos casos.

En el período de menopausia, también es típico que las mujeres sufran de otras dolencias, como la osteoporosis, y gracias a las isoflavonas esto se puede combatir. Esto se ha descubierto en los últimos años al estudiar a las mujeres asiáticas, grandes consumidoras de soja y que no presentan tanta incidencia en osteoporosis como las occidentales. Las isoflavonas asimismo contribuyen a minimizar los riesgos de problemas cardíacos, ya que reducen los niveles de colesterol en sangre. En la actualidad, también se han hecho estudios para concluir que ayudan a la prevención de problemas tumorales y cancerígenos, en cánceres típicamente femeninos como el de ovario y mama. De igual manera, refuerza el sistema inmunológico.

Sus propiedades también se han utilizado en el campo estético, ya que se ha demostrado que posee potentes antioxidantes, que retrasan el envejecimiento de las células, por lo que ayudan a mantener la piel joven y fresca ante las agresiones de luz, contaminación y el propio proceso de envejecimiento. A nivel sexual, ayuda a que la zona vaginal esté más lubricada, con lo que en este campo contribuye a una mejora de las relaciones. Psicológicamente, se está estudiando si ayuda a la reducción de casos de alzheimer entre sus consumidores.

Su consumo puede darse a través de cápsulas, en grano o en alimentos que contengan soja en su composición, pero es mucho más efectivo en las dos primeras formas, ya que sus propiedades son efectivas con un alto índice de ingesta. El consumo debe ser diario, y para evitar hinchazón o flatulencias se recomienda o bien tomarlas en forma de pastillas o bien tostar los cereales y legumbres ligeramente. Se consigue con ello además, una mejor digestión y absorción de vitaminas y minerales presentes en los alimentos, se facilita el tránsito intestinal y la circulación sanguínea.

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