Masajes con barro

El barro ha sido utilizado desde tiempos inmemoriales como terapia de salud y belleza, y su uso se ha visto revalorado en los últimos años con el auge de los balnearios y spas. El uso del barro también se llama fangoterapia, utilizando elementos tan básicos como el agua y la tierra.

El uso de estas técnicas con barro no es importante sólo porque aporta belleza y confort, sino porque también es beneficioso para la salud. Nuestro órgano más extenso, y al mismo tiempo más expuesto a las agresiones exteriores es la piel, y muchas veces no le dedicamos el cuidado que requiere. En cuando a los beneficios que aporta el barro a nuestra piel, se pueden encontrar una mayor cobertura de defensa contra los ataques medioambientales, como rayos ultravioleta, contaminación, el viento y el sol. También nos puede beneficiar en cuanto a problemas hormonales, estrés, incluso a agresiones provocadas por productos mal aplicados o inadecuados para nuestra piel, o el simple desgaste de nuestro PH.

El fango, barro o arcilla cumple la función cosmética y beneficiosa desde hace muchos siglos, siendo los egipcios uno de los primeros pueblos que descubrieron su gran poder curativo y relajante. En un principio, más que para tratamientos de belleza, se utilizaba para bajar las inflamaciones, curar heridas, reuma y también para embalsamar, ya que este producto evita la putrefacción. Este tipo de tratamientos, aunque han estado durante largo tiempo olvidados, en los últimos años han adquirido gran auge, y en países como EEUU, Australia, Escandinavia o Suiza se están haciendo muchos centros tipo spa, donde el barro cuenta con un gran número de adeptos para hacer terapias curativas y de belleza.

Según estudios comprobados el barro o la arcilla posee un sinfín de minerales que son capaces de extraer las impurezas del interior de nuestra piel (e incluso de otras partes del organismo), purificando así nuestro cuerpo. Las toxinas y sustancias venenosas para el cuerpo son absorbidas por el barro, liberándonos así de elementos nocivos. Esta acción se debe principalmente a que la tierra y el cuerpo humano tienen casi la misma composición química, cuyos elementos son carbono, oxígeno, nitrógeno, y minerales como azufre, cloro, potasio, magnesio, calcio, cinc, cobalto y cobre. Estos minerales aseguran el buen funcionamiento del metabolismo de la piel, contribuyendo al proceso que empezamos a través de una alimentación adecuada.

En el campo de la belleza, el barro se utiliza sobre todo para la limpieza del cutis, el tratamiento de la celulitis y la flaccidez, así como de enfermedades cutáneas como el acné. Cuando se coloca en el cuerpo, la temperatura aumenta y entonces los poros se dilatan, permitiendo una mayor penetración de los activos arcillosos en la epidermis. A través de esto, se elimina un exceso de grasa en la piel, se suaviza y pule la misma, se estimula la circulación sanguínea, se disminuyen las pequeñas inflamaciones y se tonifica e hidrata el cutis. Asimismo, es muy útil para relajar aquellas partes del cuerpo que sufran por contracturas o tensiones, inflamaciones de las articulaciones y musculares, y de igual forma es muy beneficioso también para la relajación a nivel mental, ya que alivia las tensiones por estrés, revitalizando el sistema circulatorio.

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